Las Fiestas de Moros y Cristianos de la granadina localidad de Benamaurel y de Vera han quedado oficialmente hermanadas en un acto celebrado esta mañana en el Convento de la Victoria veratense, con la presencia de los alcaldes de ambos municipios, Juan Francisco Torregrosa y Félix López, respectivamente, las concejalas de Cultura Carolina Espín e Isabel de Haro, el presidente de la Asociación Cultural de Moros y Cristianos de Vera, José Manuel Ramírez, y el representante de la Unión Festera benamaurelense , Miguel Ángel Martínez Pozo.
El reflejo de la sociedad de estos dos pueblos a lo largo de la historia quedaba patente en las palabras pronunciadas por cada uno de los intervinientes que coincidieron en señalar la unión, ya no tan sólo a los dos municipios, sino también a todos los ciudadanos y participantes en los festejos de Moros y Cristianos. Tanto el presidente de la Asociación Cultural de Moros y Cristianos de Vera, José Manuel Ramírez, como el representante de la Unión Festera de Benamaurel, Miguel Ángel Martínez, convergieron en algo característico de los festejos conmemorativos: la unión, la hermandad, las señas de identidad individual y colectiva, el sentir del día a día.
La satisfacción con el hermanamiento festero entre Benamaurel y Vera era puesta de manifiesto por las dos concejalas de Cultura, Carolina Espín e Isabel de Haro, quienes apostaron por las fiestas de Moros y Cristianos y que continúen en este ámbito de hermanamiento y de ilusión. Una fecha, señalaron ambas ediles, que quedará en la historia de los dos municipios.
Juan Francisco Torregrosa, alcalde de Benamaurel, dejó expresa la importancia del patrimonio cultural, “intangible pero que es el conocimiento de nuestros orígenes, de nuestra historia, de ahí que el esfuerzo que realiza Vera por recuperar sus raíces, tradiciones y apostar por algo distinto al turismo exclusivo de sol y playa, es una apuesta muy sensata y, a la par, muy elogiable y digna de reconocimiento”. Finalizaba el regidor benamaurelense con la afirmación de que el hermanamiento es de corazón y no solamente de firma en un acta.
Por su parte, el alcalde veratense, Félix López, destacó que “un pueblo que cultiva la cultura es un pueblo de progreso, con futuro, libre, que piensa, que avanza hacia la igualdad y solidaridad”. “Eso es lo que estamos haciendo, extender el término cultura a todos los órdenes social y económico”, añadía el Alcalde de Vera, “y el ejemplo lo tenemos en Benamaurel que adaptaron sus señas de identidad para tener la personalidad suficiente y permanecer en el tiempo sin dejar de avanzar hacia su futuro” y es que, esta localidad granadina, cuyas fiestas han sido Declaradas de Interés Turístico Andaluz, Huella del Milenio del Reino de Granada, Patrimonio Inmaterial de Andalucía, Premio Turismo de la Diputación Provincial de Granada y consideradas, junto con otra población, las fiestas de moros y cristianos de mayor contenido literario de cuantas se celebran en España, fue la primera población Andaluza en introducir la influencia valenciana contando en la actualidad con más de 800 festeros divididos en tres comparsas: mora, cristiana y Pakkos del Guardal. Finalizaba su intervención Félix López con el acento en el esfuerzo de la Asociación Cultural de Moros y Cristianos de Vera, además de valorar las innovaciones que cada año incorporan a las fiestas de Moros y Cristianos
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Tras la firma del acta, los representantes de cada municipio se intercambiaron recuerdos de la fecha tan significativa para las respectivas poblaciones.
Un acto que formará parte, de la historia de ambas poblaciones y que comenzó con el desfile del viernes 9 de junio donde una representación de las tres comparsas benamaurelenses participaron formando parte del cortejo.
Información extraída de: http://www.noticiasdealmeria.com/moros-y-cristianos-de-benamaurel-y-vera-se-hermanan-en-la-historia
HECHO HISTÓRICO
La rendición de Vera a los Reyes Católicos el 10 de junio de 1488 y las capitulaciones tan benignas para los vencidos, propició la entrega de diferentes fortalezas entre las que estaban la villa de Benamaurel tal y como fue reflejado por Henríquez de Jorquera:
Domingo quince de junio (de 1488) consecutibamente vinieron a la ciudad de Vera otras muchas villas de aquella comarcha, que viendo el buen pasaje del rey católico venían con buena boluntad a dar el rendimiento y entre otras muchas fueron las más principales las villas de Albanches o Almaches, la de Gotovar, la de Lula, y las dos fuertes villas de Orce y Galera, la de Castilleja, las de Hullas y de Benamaurel que hicieron este día el juramento de fidelidad a el rey a la reina(…) quedando por mudexares en las quales puso el rey sus alcaides y guarniciones, quedando así toda aquella comarca en la obediencia del rey.
Benamaurel era por entonces una importantísima fortaleza, puesto que se podía considerar una llave de la alcazaba de Baza ya que era la plaza más adelantada y es, en esta villa, donde los Reyes Católicos sientan su real como consecuencia de una visita que le hacen los notables a Vera.
529 años después, el Convento de la Victoria de Vera acogió el acto de hermanamiento entre la localidad granadina de Benamaurel y dicha población almeriense siendo el nexo de unión, no solo aspectos históricos como el descrito anteriormente, sino fundamentalmente las fiestas de moros y cristianos que acogen a multitud de turistas en ambas villas.