La rendición de Vera a los Reyes Católicos el 10 de junio de 1488 y las capitulaciones tan benignas para los vencidos, propició la entrega de diferentes fortalezas entre las que estaban la villa de Benamaurel tal y como fue reflejado por Henríquez de Jorquera:
Domingo quince de junio (de 1488) consecutibamente vinieron a la ciudad de Vera otras muchas villas de aquella comarcha, que viendo el buen pasaje del rey católico venían con buena boluntad a dar el rendimiento y entre otras muchas fueron las más principales las villas de Albanches o Almaches, la de Gotovar, la de Lula, y las dos fuertes villas de Orce y Galera, la de Castilleja, las de Hullas y de Benamaurel que hicieron este día el juramento de fidelidad a el rey a la reina(…) quedando por mudexares en las quales puso el rey sus alcaides y guarniciones, quedando así toda aquella comarca en la obediencia del rey.
Benamaurel era por entonces una importantísima fortaleza, puesto que se podía considerar una llave de la alcazaba de Baza ya que era la plaza más adelantada y es, en esta villa, donde los Reyes Católicos sientan su real como consecuencia de una visita que le hacen los notables a Vera.
529 años después de aquel acontecimiento, el sábado, 10 de junio, a las 12 de la mañana, el Convento de la Victoria de Vera, acogerá el acto de hermanamiento entre la localidad granadina de Benamaurel y dicha población almeriense siendo el nexo de unión, no solo aspectos históricos como el descrito anteriormente, sino fundamentalmente las fiestas de moros y cristianos que acogen a multitud de turistas en ambas villas. Ya el viernes 9, representaciones mora y cristiana de Benamaurel participarán en el gran desfile de moros y cristianos así como en la entrada triunfal que tendrá lugar dentro de los actos programados por las Fiestas de Vera y que dará comienzo a las 20 horas. Dicho hermanamiento es el encuentro de dos municipios que quieren proclamar su asociación para desarrollar entre ellos relaciones de amistad cada vez más estrechas. Tomando como base las relaciones de amistad y confianza mutuas, este hermanamiento ha de ser el punto de partida para intercambios de experiencias y enriquecimiento mutuo en ámbitos muy diferentes.
Benamaurel con este acto de hermanamiento sigue abriéndose y estrechando lazos de unión con otras poblaciones. Una fiesta cuyos datos de este pasado mes de abril han reflejado en esta población granadina no solo un mayor número de participación de festeros sino también de espectadores convirtiéndose en un referente autonómico y estatal acudiendo diferentes medios de comunicación tanto nacionales como internacionales.
Fotografía: Alberto Burgos Bautista